Impresionantes acantilados y playas salvajes se suceden a lo largo de la costa de Sopela, uno de los pueblos más sorprendentes qué visitar en el País Vasco. Su riqueza natural y la belleza de su paisaje convierte esta apacible y acogedora localidad en un auténtico paraíso. Sopela es el lugar idóneo tanto para amantes de la naturaleza como para quienes deseen combinar deporte y ocio. Se realizan actividades tan dispares como surf, bodyboard, parapente, escalada y rutas en mountain bike. ¡Descubre todo lo que necesitas saber sobre Sopela!
Qué visitar en el País Vasco
Playas
Sopelana es un pequeño municipio de 13.500 habitantes situado en la comarca de Uribe Kosta. Por el norte limita con el mar Cantábrico, lo que unido a su abundante naturaleza hace que tenga espectaculares acantilados y playas (Barinatxe, Arrietara, Atxabiribil y Meñakoz). Sin duda alguna Sopela se trata de una de las mecas del surf en el Cantábrico. También destaca su buena conexión con Bilbao, desde donde podemos llegar cómodamente en metro.
Sin duda sus tres playas son uno de sus principales atractivos:
Barinatxe, o La Salvaje, es una playa con casi un kilómetro de longitud. De fuerte oleaje, atrae a numerosos surfistas. Sus espectaculares acantilados y sus olas de calidad hacen de esta playa una visita inolvidable para los amantes del surf. En un extremo, se practica el nudismo, y cada año acoge una carrera nudista internacional muy consolidada en la villa.
Arriatera y Atxabiribil, dos playas consideradas habitualmente como una, es una de las más frecuentadas. Es sin duda la más llamativa para los amantes de la naturaleza debido a que se encuentra rodeada de acantilados. También es frecuente en esta playa la práctica del surf y especialidades similares.
Por último encontramos la playa de Meñakoz que es la más inaccesible y solitaria. Su suelo rocoso y el entorno natural son las principales características de esta playa, en la cual el surf y el nudismo se han convertido en una práctica habitual.
Visitas recomendadas
Además de sus arenales, merece la pena recorrer el paseo que se extiende desde Getxo a Sopela entre impresionantes acantilados, desde donde muchos practican deportes aéreos como el parapente o el ala delta. En el camino descubriremos interesantes elementos como el molino de Aixerrota y el faro de Punta Galea. Cuenta también con numerosos espacios verdes, como el parque de Iturrieta donde encontraremos el conocido estanque de La Ballena.
A su innegable belleza natural hay que sumar algunos edificios de interés arquitectónico, como la iglesia renacentista de San Pedro (siglo XVI) y su hermosa torre barroca. Tampoco podemos olvidarnos de la ermita románica de San Andrés con detalles marineros, los caseríos del entorno y las esculturas al aire libre que hay en el casco urbano. Destacan los asentamientos prehistóricos que se han hallado en las inmediaciones, como el asentamiento de Kurtzio, uno de los más antiguos de Vizcaya.
En cuanto al apartado festivo, las principales fiestas de la localidad son las de San Pedro, en junio; las del Carmen y Santa Marina, en julio; y las de San Andrés, en noviembre.
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